Terruño y Viñedos

CHILE

Las barreras naturales geográficas de Chile, por un lado el seco desierto de Atacama por el norte, la Cordillera de los Andes al este y los campos de hielo patagónico en el sur, sumado al Océano Pacífico hacia el oeste han hecho que Chile se haga conocido como un paraíso vitivinícola. Estas barreras, ayudan a mantener condiciones saludables y proteger los viñedos contra plagas y enfermedades, todo esto sumado a la diversidad natural nos entrega una fabulosa calidad en vinos.

VALLE DEL MAULE

Dentro de Chile y sus beneficios geográficos, se encuentra el hermoso Valle del Maule, que tiene un clima mediterráneo sub-húmedo con veranos cálidos que son refrescados por las brisas del Océano Pacífico y la Cordillera de los Andes. Esta influencia de bajas temperaturas crea una larga temporada de crecimiento con una lenta maduración de la uva, que realza los sabores, intensidad y concentración de nuestros vinos. La precipitación media en el valle es 730mm y sólo se produce durante el invierno. Esta falta de lluvia ayuda a los viticultores para controlar el vigor y tamaño de las bayas, así como para trabajar con un no-intervencionista enfoque sustentable de la viticultura.

Pangal

En una diversidad de suelos de origen aluvial y volcánico, con un clima mediterráneo, que alterna sabiamente, y que además combina la luz del sol con una larga estación seca, modelando el crecimiento de nuestros viñedos. Las diferencias bien marcadas de temperatura entre el día y la noche, cielos transparentes y una gran exposición al sol contribuyen a obtener una producción de uva excelente.

La excelente ubicación de los viñedos de Pangal está dada por la proximidad al mar que suaviza las altas temperaturas del día y genera un enorme diferencial térmico, que se suma a la diversidad de los suelos. Esta gran diversidad de suelos entrega una excelente herramienta para ubicar a las distintas variedades de uva en los suelos más adecuados para cada cepa. Todo esto junto con el hecho de contar con días cálidos en verano, pero con vientos fríos por la noche que baja la temperatura, proporcionan un mesoclima ideal para la producción de diferentes variedades de uva resultando vinos de rojo profundo, vivaces y taninos redondos. Para las variedades blancas es también un nicho adecuado, produciendo vinos frescos, de buena acidez, volumen y equilibrio perfecto.